Ahora lo sé. Transité media vida luchando a lomos de un caballo llamado dignidad sintiéndome indigna.
Ahora lo sé. Transité media vida siendo inmensamente amada y sintiendo que me faltaba amor.
Hoy renazco. Y entiendo, por fin entiendo.
Y me comprometo a no responder nunca más con un gracias a un te quiero.
Y a quererme, para vestirme la verdadera dignidad.